El Legado de los Tres Reyes Magos

 


El Legado de los Tres Reyes Magos

Bajo el cielo estrellado, en profunda calma,
Tres Reyes Magos parten hacia el Oriente,
Melchor, Gaspar, Baltasar, en paso que embalsama,
Siguiendo la estrella guía, misión reverente.

La luz celeste los guía por el desierto,
Oro, incienso y mirra en manos ofrecidas,
Guiados por un destino, firme concierto,
Al Niño Rey, sus vidas rendidas.

Melchor, el sabio, con mirada serena,
Ofrece oro, tesoro reluciente,
Símbolo de realeza, en gesto pleno,
Al Infante divino, homenaje ferviente.

Gaspar, con corona noble, rostro sereno,
Eleva incienso, plegaria al cielo,
Ofrendando fragancia de amor ameno,
Al Hijo de Dios, su alma en desvelo.

Baltasar, con mirra, símbolo de ofrenda,
Presintiendo la jornada, camino arduo,
Regala al Niño, gesto que se encomienda,
Simbolizando la vida, destino mudo.

Estrella guía, faro resplandeciente,
Conduce a los Reyes con fe y decisión,
En la senda que les hace refulgente,
Hasta la cuna humilde, en la revelación.

Belén los acoge con cielo radiante,
Silencio que abraza el milagro divino,
En el pesebre, el Mesías tan elegante,
Reyes Magos atestiguan el amor genuino.

En las páginas sagradas, lección eterna,
De la travesía guiada por estrella a brillar,
Reyes Magos, en noble adoración sempiterna,
Dejan un legado de fe, por la eternidad a perdurar.

En la Epifanía, fiesta de luz y esperanza,
Los Reyes Magos son estrellas a resplandecer,
En sus obsequios, la divina alianza,
De un nacimiento celestial a proclamar.

En cada gesto, la mensaje se inscribe,
De oro, incienso y mirra, simbolismo real,
Reyes Magos, historia que el tiempo describe,
En la tapicería de la fe, celestial.

Y así, en la noche en que el cielo se abre,
Melchor, Gaspar, Baltasar avanzan al andar,
Reyes Magos, guía del amor que no cabe,
En palabras, solo en gestos a eternizar.